Detenida en España una banda que vendía ‘Movistar pirata’ en 32 países
Mansiones, 'ferraris' y ocho millones del 'Movistar pirata' en 32 países. La Policía Nacional ha llevado a cabo, en colaboración con Reino Unido, Dinamarca y Europol, la mayor operación europea contra la distribución ilegal de señal por IPTV (Televisión por IP-Internet), en la que han sido arrestadas cinco personas –tres en España– y desmanteladas once "granjas" de servidores distribuidas por todo el mundo.
Según informa la Dirección General de la Policía, los arrestados están acusados de pertenencia a organización criminal, delitos contra la propiedad intelectual, defraudación al fluido de las telecomunicaciones y blanqueo de capitales. Los pingües beneficios de la actividad ilegal les permitía residir en urbanizaciones de lujo de la costa malagueña y usar vehículos de alta gama que eran renovados continuamente.
La organización excedía con mucho las estructuras habituales de pirateo habitual: habían desarrollado incluso un interfaz para que el usuario navegara por la aplicación y pudiera elegir su canal favorito. El sistema simulaba la contratación de una plataforma legal con la instalación de una aplicación en la smart TV y navegación con un mando, y en esencia era muy sencillo: los ahora detenidos simplemente robaban (e incluso a veces compraban) las señales de los canales y las multiplicaban en once granjas de servidores, para luego distribuirlas a través de webs como teamnordic.net, boxtv4u.com, orangotv.net, app-tv.net, iptvstreamtv.com y una decena más.
En su afán por hacer parecer su modelo completamente legal, los criminales habían dispuesto su staff empresarial, fundado en varias mercantiles radicadas en Dinamarca, con una jerarquización como de gran empresa: uno de los detenidos en España, los cabecillas, se dedicaba a la parte técnica, mientras que el otro era el director financiero. La red ha obtenido más de ocho millones de euros en beneficios desde 2010.
En Dinamarca estaban el encargado de marketing y mantenimiento, el hombre que conseguía las señales, y por último el que hacía la función de revendedor, que poseía los dominios a través de los cuales se distribuían las señales. La infraestructura técnica y financiera de la banda se ramificaba por España, Dinamarca, Reino Unido, Países Bajos, Gibraltar y Chipre. Algunas de las granjas llevaban a esconder hasta 44 servidores con los que enviaban las señales a hasta 32 países. Ahora, incluso estaban sofisticando su red con sistemas de anonimización, ocultando lo más posible su negocio.
Desde 2013 habían desviado más de 1,6 millones de euros a paraísos fiscales, ha precisado la Policía, que destaca que se trata de la mayor operación realizada hasta la fecha a nivel europeo contra este delito, con la que se ha puesto fin a una infraestructura tecnológica internacional muy compleja. La operación ha finalizado con la práctica de 14 registros simultáneos: ocho en España (provincias de Málaga, donde la Policía encontró una máquina de contar billetes, Madrid y Alicante), cuatro en Dinamarca y dos en Reino Unido. Han sido arrestadas cinco personas, tres de ellas en España, que han ingresado en prisión.
La investigación comenzó a finales de 2015 tras la denuncia presentada por la Premier League por un presunto delito contra la propiedad intelectual llevado a cabo por una web radicada en Málaga que ofrecía suscripciones de IPTV con acceso a multitud de canales internacionales. Los agentes comprobaron que se trataba de un entramado de gran envergadura que ofrecía suscripciones que permitían ver más de 800 canales, obras audiovisuales protegidas y a un listado de emisoras de radios extranjeras. El precio de las suscripciones variaba no solo por el tipo de suscripción, sino por el tiempo de abono a la misma y oscilaba de los 40 euros mensuales a los 460.
Los agentes también se percataron de que a la página web denunciada había asociados varios perfiles en redes sociales para promocionar sus servicios, y de que había una veintena de páginas más, todas ellas con titulares españoles pero con la obligación de pagar las suscripciones a una sociedad gibraltareña. Habían evolucionado tecnológicamente de manera que podían aumentar el volumen de clientela. Y para dar apariencia de legalidad al negocio y blanquear los beneficios, creaban empresas con actividad lícita y con un objeto social relacionado con la provisión de servicios de telecomunicaciones, internet y hardware.