Las plataformas digitales, a debate en la Academia de Cine
Carlota Navarrete, directora de la Coalición, Domingo Corral, Gonzalo Salazar-Simpson, Jorge Sánchez-Cabezudo, Juan Carlos Tous, Mª Luisa Gutiérrez, Teresa López, y Diego Rodríguez han abordado en la jornada la influencia en la industria de las plataformas y la evolución del VOD.
Complementando la reflexión iniciada en el último número de la revista ‘ACADEMIA’, la institución organizó este martes la jornada ‘Las plataformas digitales y su influencia en la industria audiovisual’, en la que productores, creadores y responsables de plataformas debatieron cómo la expansión de estas durante la última década ha modificado patrones y hábitos de consumo de los espectadores y está cambiando también las pautas de producción. «Son un elemento dinamizador y eso nos preocupa como creadores y como Academia de Cine», manifestó el director general de la entidad, Joan Álvarez, encargado de inaugurar la jornada.
Buscando un modelo de ventanas dinámicas
Una de las mesas de la jornada puso el foco en la evolución y el futuro del Video On Demand y tuvo como protagonistas a Juan Carlos Tous, CEO de Filmin; Teresa López, directora de contenidos de Rakuten TV Europa; Diego Rodríguez Blázquez, director de Márgenes; y Carlota Navarrete, directora de la Coalición de creadores e industrias de contenidos. El acceso ilegal a contenidos audiovisuales, las sinergias con los mecanismos de promoción de los estrenos en cine, la educación de los espectadores y el encaje entre las diversas ventanas de distribución fueron algunos de los aspectos clave que salieron a colación.
«En Filmin defendemos un modelo de ventanas dinámicas. En el momento en que salga de las salas, que llegue a las plataformas. De los 40 días que suelen estar en cartel a los 112 que espera para estar en las plataformas se crea un limbo que aprovecha la piratería», defendió Tous, que reclamó también que todas las plataformas jueguen con las mismas reglas respecto al impuesto del 5% «porque aunque no seamos competencia por el target, nos movemos en el mismo terreno».
Teresa López recordó que el 60% de las descargas piratas se realiza durante el primer año de vida de la película e incidió en que, dado el interés manifiesto del público por los estrenos que percibe en Rakuten TV, con la limitación temporal que imponen los exhibidores «se está perdiendo valor en estos 112 días. Hay una promoción, un dinero que se ha invertido en dar a conocer la cinta, que pierdes si no está disponible ni en salas ni en plataformas. El usuario puede ser legal y no piratear, pero igual cuando esté disponible ya se ha olvidado de que existe la película y no la ve».
Las cifras de la piratería las expuso Carlota Navarrete, que señaló que «hemos notado en los estudios el incremento de la oferta legal en el mercado español. Se ha consolidado el descenso de la piratería en 2017 en un 6%, desde 2016, y ese año hubo un descenso del 9% frente a las cifras de 2015».
Diego Rodríguez reclamó una mayor protección para las plataformas que han optado por los contenidos menos comerciales, pero sí claves para la identidad cultural europea y española. «Tenemos que tomar cartas en el asunto con planes de alfabetización audiovisual. Pasa por qué el Estado apoye el cine español», reivindicó.
El presidente en funciones de la Academia, Mariano Barroso, clausuró el evento alabando el debate que se ha abierto en la Academia con la jornada y reconociendo el nuevo modelo de producción y exhibición que se está iniciando en nuestro país y la consecuente revolución en el mercado laboral. «Las salas son el filtro en los Premios Goya, porque a las salas debemos nuestra existencia como cine, pero esa otra ficción no puede estar huérfana de estructuras profesionales e industriales de referencia, como la Academia», apuntó.
La otra mesa redonda, que contó con Domingo Corral, director de ficción original de Movistar +; Gonzalo Salazar-Simpson, productor y director de la ECAM; Jorge Sánchez-Cabezudo, director, guionista y productor; y Mª Luisa Gutiérrez, productora y moderadora de la jornada, abordó el desembarco de nuevas plataformas en el audiovisual español como productoras de contenido propio, el riesgo creativo, la democratización de la creación audiovisual, el Big Data, las nuevas formas de consumo del espectador y las oportunidades para los productores en este nuevo escenario, entre otros temas.
«Lo que es una realidad es que la mayoría de la población no tiene acceso a toda la oferta de cine en España, salvo los que viven en Madrid y Barcelona, muchas películas no llegan a las salas», explicó Corral sobre el sistema de ventanas actual. El director de ficción original de Movistar + celebró la llegada a nuestro país de plataformas internacionales como Netflix y HBO. «A las buenas empresas la competencia nos hace mejores. En Movistar + queremos trabajar con el mejor talento. No digo que estoy tranquilo, porque los millones de dólares que invierte Netflix a nivel global son mucho mayores que los 70 millones de euros que hemos invertido nosotros en producción propia, pero sí que prefiero este escenario a uno en el que estamos solos», aseguró.
Salazar-Simpson atajó la polémica que abrió el Festival de Cannes sobre qué es cine. «Nadie cuestiona que un libro, sea en tapa dura o tapa blanda, sea un libro y sin embargo, lo hacemos con el cine. Creo que habrá que ordenar el contenido en torno al metraje, no respecto a dónde se ve», desgranó el productor, que aplaudió que «nunca hemos tenido un mecanismo de distribución para la cultura española tan rápido y barato» y señaló los desafíos para las distribuidoras y los agentes de venta porque «ahora aparece un solo distribuidor para numerosos territorios que nos simplifica las cosas a los productores».
Por su parte, Sánchez-Cabezudo reivindicó el «enriquecedor» trasvase de profesionales, creadores e historias entre cine y televisión en nuestro país y advirtió sobre los peligros y las virtudes de las nuevas plataformas en la relación creador-espectador. «Permiten que los públicos sean más segmentados y que podamos llegar a esas parcelas, pero hay un momento en que el espectador va a ver exactamente lo que quiere ver y eso es un peligro. Hasta ahora los creadores lanzan las ideas y el público la recoge y las reconvierte. Pero no podemos convertirle en un niño caprichoso que decida narrativamente», manifestó.