Las industrias de contenidos piden a Méndez de Vigo una respuesta inmediata en la lucha contra la piratería
Las industrias culturales y de contenidos felicitan a Íñigo Méndez de Vigo por su continuidad como ministro de Educación, Cultura y Deporte y, como representantes de un sector estratégico clave, le piden una respuesta inmediata contra el gravísimo problema de la piratería digital.
El fraude de contenidos sigue arrojando datos muy preocupantes en España y perjudicando gravemente a creadores e industrias culturales y de contenidos digitales: el 87,48 % de los contenidos consumidos en 2015 eran ilegales. Y las consecuencias de la piratería durante los últimos años en otros ámbitos de la economía son también evidentes:
“La Coalición valora esta renovación al frente de Cultura como una oportunidad para potenciar este sector estratégico, esperando que el nuevo ministro lidere un posicionamiento claro del Gobierno que permita de forma urgente concretar la voluntad política y ofrecer resultados acordes a la magnitud del problema y a la guerra contra la piratería que él declaró en septiembre de 2015; dotar de los medios tecnológicos y recursos humanos necesarios a cada uno de los actores competentes; y apoyar una auténtica política de concienciación de tolerancia cero a la piratería de contenidos”, señala Carlota Navarrete, directora de la Coalición.
Las industrias de contenidos ofrecen toda su colaboración para revertir la tendencia alcista de estos datos y apoyar al nuevo ministro para que la lucha contra la piratería sea una prioridad exitosa y restablezca el papel económico y social de la cultura y los creadores de contenidos.
La vía más adecuada es la administrativa, y en otros países funciona
La aplicación de la reforma de la Ley de Propiedad Intelectual promovida por el Gobierno, que entró en vigor en enero de 2015, no ofrece los resultados esperados y sigue muy lejos el objetivo primordial, que no es otro que lograr un descenso drástico de la piratería. El procedimiento necesita que su aplicación se ajuste a los plazos previstos y que podamos aspirar a los resultados que obtienen normas similares en los países de nuestro entorno (los más semejantes, Italia y Portugal).